martes, 1 de marzo de 2011

Noche lluviosa

Noche lluviosa
Silex Moura
Vestuario Monja:
  • Hábito de Monja
  • Pies descalzos
  • Labios y ojos pintados
Vestuario Cura:
  • Sotana empapada por la lluvia
  • Ropa interior debajo
  • Pelo mojado
  • Gafas mojadas
Monja
Fuera está lloviendo a cántaros. Es de noche. Llaman a la puerta del convento.
Quién es?
Cura
Soy el padre Antonio. Vengo de parte del prior.
Monja
Abriendo la puerta
Pase padre. Con lo que llueve, cómo no llamó antes de venir? Pero si está empapado...
Cura
Entrando en la casa, empapado por la lluvia
Si, llueve mucho. El taxi me dejó a medio kilómetro y me pilló la tormenta...
Constatando que está empapado
No tendría a mano alguna toalla?
Monja
Pues claro, padre. Páse, no se quede ahí. Quítese esa sotana, está empapada...
Cura
Bueno, no sé si...
Monja
No se preocupe, no miraré. Le daré un par de toallas para que se seque.
Va a buscar un par de toallas
Cura
Que el señor me perdone, pero no puedo quedarme así. Pillaría una pulmonía. Donde están las otras hermanas?
Monja
Desde otra habitación
Me dejaron sola. Están en ejercicios espirituales. Ya ve usted: yo sola toda la semana. Me asustó usted al llamar, padre. Por aquí viene mucha gente de voluntad torcida, que pueden hacerle a una lo que no deben. Ya me comprende...
Entra, con las toallas y al ver al cura en ropa interior se da la vuelta y se las ofrece hacia atrás. El se cubre con ellas y se sienta, con una de cintura para abajo y con la otra la cabeza y el cuerpo.
Entonces, a qué se debe su visita? Permítame...
Ella se coloca detrás de él y empieza a secarle el pelo con la toalla, lentamente
Cura
Pues tengo que inspeccionar el convento, a ver si está todo en orden, ya sabe, si se están cumpliendo los preceptos y las hermanas llevan una vida pía y libre de pecado. Pero, como solo está usted, hermana, tendré que resumir un poco.
Monja
Ya lo creo. Pero yo puedo contarle todos los pecados de las otras hermanas: me los conozco toditos.
Cura
Está bien, bastará con que me cuente lo más importante. E incluya también alguno de los suyos, si puede ser.
Monja
Los mios? Bueno, no hay mucho que contar... lo de toda la vida... un pensamiento obsceno... un anhelo... un placer inesperado... una noche en vela dando vueltas y ahuyentando al diablo y sus tentaciones... en fin: nada interesante.
Usted no comete pecados padre?
Cura
Claro que sí, hermana, claro que sí...
Ella le va secando también los hombros, el torso, los brazos, la toalla se cae y ella no la recoge. Ahora queda solamente la de la cintura
Todo el mundo comete pecados. El maligno acecha en cada rincon de la casa, en una mirada de mujer, en unas manos, en unas piernas...
Monja
Supongo que sí.
Continúa secándole las piernas por encima de la toalla, mientras él permanece sentado
Túmbese, está usted empapado...
Tiene que quitarse eso, todavía está mojado...
El se baja el calzoncillo hasta los muslos, sin quitarse la toalla, y ella se lo baja suavemente hasta los piés y se lo quita. El se recuesta hacia atrás y ella, sentada a su lado, se remanga la falda, como si hiciese mucho calor, para que no le estorbe, mostrando unos bonitos muslos de piel blanca y continúa masajeándole por encima de la toalla
Perdóneme padre, pero es que aquí hace mucho calor...
Cura
No se inquiete hermana, esta es más su casa que la mía, aunque ambos estamos en casa del señor. Puede sentirse cómoda, que mi presencia no la moleste más de lo necesario. Ya hace usted más por mí de lo que es preceptivo.
Monja
Muchas gracias padre. Pero eso no es posible, porque yo, siempre que estoy sola me quito toda la ropa, ya ve qué tontería. Para que el señor me vea como me creó, para que pueda disfrutar de su obra. Eso me hace sentir más cerca de dios. Al ver que llamaba alguien a la puerta me puse esto por encima. Es que este convento es muy caliente. Usted no nota calor?
Cura
Un poco, hija mía, un poco.
Monja
Si no le importa, me voy a subir del todo la falda, no me entienda mal, es para mitigar el calor. Como usted está sin la ropa seguro que está más fresco, pero yo, no se imagina lo caliente que estoy...
Se remanga la falda del todo, hasta que casi se le ve el coño, y continúa con las piernas abiertas sentada secándole
Cura
Mirando al techo, intentando controlar sus bajas pasiones que surgen incontrolables
Claro, hija mía, claro. Que el señor te vea como eres, como te trajo al mundo... no te preocupes por mí, yo estoy aquí como la conciencia de tus pecados, no como hombre. Solo soy el mensajero de tu arrepentimiento, hija mía, el arcangel de tu perfidia... Perdoname señor... ya no sé lo que digo...
Monja
Acariciándole los muslos que ya están más que secos, lentamente, metiendo las manos un poco por debajo de la toalla
Y mire que lo intento padre, me quito toda la ropa, me doy duchas frías, a veces salgo y me tumbo desnuda en la hierba fresca del huerto, a mirar las estrellas y a intentar pensar en otra cosa, pero solo siento calor, un calor intenso, que me acaba produciendo picores por todo el cuerpo. No se lo imagina, padre...
Cura
Sin darse cuenta, ha ido posando su mano sobre los muslos de ella y empieza a acariciarlos sin dejar de mirar al techo, mientras una llamativa erección surge de las profundidades de esa toalla
Te comprendo hija mía. Sé de lo que me hablas... picores terribles por todo el cuerpo...
Monja
Si padre: picores. Terribles picores que se convierten en escozor, que me impiden vivir, que me hacen buscar otro cuerpo y rozarme contra él. A veces voy a la habitación de otra hermana, me meto con ella en el catre sin ropa y empezamos a rozar nuestros cuerpos hasta que nos entra una especie de mareo, como una indisposición profunda, como un dolor en el vientre, y acabamos sintiendo tanto amor y tanta dicha que nos besamos y nos lamemos como si fuésemos dos terneritas recien nacidas... Es una cosa muy rara padre. Usted piensa que eso será pecado?
Cura
Totalmente traspuesto, casi delirando
Pecado? Pecado eso? Vida mía... Angel de mi amor, virgen santa, si eso fuese pecado... entonces no se podría vivir en este mundo...
Monja
Verdad padre que no puede ser pecado? Verdad que a dios no le puede molestar que la gente roce sus cuerpos cuando siente la necesidad de hacerlo?
Ahora le está secando el pene, por encima de la toalla, cogiéndolo con las dos manos, apretandolo... Ahora se sienta a horcajadas encima de los muslos de el para poder hacerlo mejor, de forma que se le ve completamente el coño
Tengo calor, padre, tengo mucho calor, y me pica aqui...
Se empieza a acariciar el coño con una mano, mientras con la otra continúa acariciándole a él
Cura
Pues ponte cómoda hija mía, ponte cómoda... no sufras más, que tu cuerpo es un templo sagrado y no puede permanecer escondido, deja que el señor disfrute de su obra...
Monja
Se quita todo el vestido y se queda desnuda. Ahora se sienta un poco más arriba sobre los muslos de él, así que su coño empieza a tocar sus testículos, pero ella sigue masajeándole el pene por encima de la toalla
Gracias padre, me hace sentir mejor, me hace sentir libre... el señor tiene que estar orgulloso de mi cuerpo... Quiere chuparme las tetas padre?
Se recuesta sobre él y le mete las tetas en la boca
Cura
Sí, virgen mía, sí madre mía, sí, angel mío, sí mi cielo, sí mi diosa, sí mi vaquita lechera...
Monja
Cogíendole los testículos
Le pica aqui padre? Si quiere puedo lamerle... verá cómo le calma el picor...
Ad libitum

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